jueves, 3 de noviembre de 2011

VERTIGO

Así es lo que siento hoy, queridos libertinos, vértigo porque hoy entro en una nueva muy a pesar, un estado en el que no se puede evitar en un ser viviente, es el de pasar a una década nueva, una etapa en donde se supone que uno debe madurar y convertirse en un producto alineado con una familia propia, un vehículo y un trabajo estable, comenzar una rutina que durará muchos años y que anulará tu libertad, en este caso la mía. Por eso tengo vértigo, un vértigo extraño porque ahora estoy más preparado físicamente para la diversión y para demostrar a las nuevas generaciones que sigo aun en la brecha y que puedo a estar a su altura en cuestiones físicas y de repente estoy casi obligado a madurar a ser quien no quiero ser.

-Tengo vértigo de convertirme por accidente en un ser gris, olvidando mis ideales de revolución y de personalidad diferente que lucha por ser único y original, tengo vértigo en ese sentido y convertirme en lo que siempre he criticado, la falta de personalidad de mucha gente que se conforma con el “pan y circo”, es decir, ¿Para qué moverse si no voy a conseguir nada?, o teniendo la Tv y ciertas comodidades a mí me da todo igual. Por ello a veces me he sentido decepcionado por mi entorno más cercano porque a veces han entrado en ese estado de “pan y circo” pero el circo más morboso y deplorable e incluso creerse dentro de él y sentirme en boca de  otra gente por no seguir las normas establecidas tener una personalidad que a ellos le faltan y no ser como ellos esperan que sea, un ser alineado y por ello ser criticado y no ser apoyado a veces en varios conflictos con gente de mi entorno algo más lejano porque no les interesa por el “aparentar” .

Con ello no quiero decir que sean mala gente, solo estoy describiendo como me he sentido previos a la entrada en la treintena.

Tengo vértigo por no saber que me deparara el destino y si seguiré profesando mi libertad y libertinaje.

He  dicho

1 comentario:

  1. Hoy, me ha sucedido que me quejo de lo mismo, además de convertirme en un ser normal.
    Una mujer que "debe" cambiar su libertinaje por cuestiones de familia propia, de empleo, de la lamentable rutina. Lucho enormemente por no ser hipócrita ante mi, por no ser normal.
    Mis locuras de depresión me indican que no quiero ser otra más que la que dice sin pudor que abre las piernas para meterse entre ellas algo que le haga desencadenar la respiración y agitación del placer solitario.
    Sigue profesando y tu libertad y libertinaje, por acá otros también lo haremos.
    Hemos dicho!

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